Lumbre

LUMBRE, llego a la perrera en 2016 y vivía en uno de los recintos, sin embargo en un descuido se escapó. Desde ese momento, siempre ha vivido en los alrededores de la perrera. No conseguíamos recuperarla, asi que la dejamos varios refugios y zonas con comida y agua. Ella siempre a medio día se acercaba a por su comida húmeda , y luego se escondía.
Hace unos meses ha sido atacada por un perro provocándole una gran avería en la piel por lo que fue necesario ponerle un drenaje. La analítica , tanto bioquímica como hemograma no es mala.
Con humanos se asusta mucho y por miedo se esconde. Con otros gatos se lleva muy bien.

Lumbre se recupero de la cirugía y volvió a los recintos exteriores de la perrera, donde ella es feliz, aire libre, solecito con el buen tiempo, refugio y comida. Con tan mala suerte que le salió una enorme hernia en el abdomen y hubo que intervenirla. Paso la recuperación en el recinto donde estaba muy asustada, así que una vez recuperada volvió a lo que ella conoce, donde lleva 8 largos años

No es una gata para cualquier familia, necesita alguien con tiempo ,paciencia y al menos otro felino mas en la vivienda

Confiamos en que esta ya casi abuelita encuentre un hogar definitivo

LUMBRE tiene ya unos 12 años. No ha tenido suerte. Su caracter tímido y huidizo la hace ir quedandose atrás en la búsqueda de familia. Comparte el recinto con otro gatos pero prefiere la soledad.

LUMBRE es una hermosa gata atigrada de 12 años (nacida el 31 de mayo de 2013) con una historia de supervivencia y fortaleza que conmueve. Lleva en el centro desde mayo de 2016, y durante parte de ese tiempo vivió en libertad por los alrededores, disfrutando de su independencia y el contacto con la naturaleza a su manera. Su vida cambió drásticamente cuando sufrió un brutal ataque por parte de un perro. Llegó a estar tan grave que todos pensábamos que no lo superaría… pero Lumbre demostró ser una auténtica luchadora. Contra todo pronóstico, se recuperó y hoy lleva una vida tranquila, compartiendo espacio con otros gatos con los que se relaciona sin problema. LUMBRE no se deja tocar, y es importante entender y respetar su necesidad de espacio y su forma particular de relacionarse. Por eso, buscamos para ella un hogar especial: una familia paciente, sensible, que no espere una gata faldera, pero sí una compañera silenciosa y serena que valore la paz y el respeto mutuo. LUMBRE no necesita grandes gestos, solo un lugar seguro donde pasar sus años dorados rodeada de cariño, aunque sea a distancia.